Lourdes Alvarez •
Con una conferencia concentrada en las contiendas bélicas y su resolución, el exministro de Asuntos Exteriores israelí, Shlomo Ben Ami, habló sobre el enfrentamiento entre Israel y Palestina y las complejidades que existen en torno al mismo. Ben Ami, que participó en el curso Tendencias geopolíticas (V) ¿Existe un sur global?, comandado por el director del Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa, José María Pardo de Santayana, señaló respecto a las dificultades de resolución de este conflicto, que «cuando se desea llegar a un acuerdo, o no se encuentra respaldo interno o el contrincante no acepta». Además, el político se refirió también a la inutilidad de la guerra como solución, ya que ésta “no ha sido suficiente para resolver las diferencias entre Israel y Palestina”.
El diplomático ofreció una visión detallada y profunda sobre su experiencia y perspectiva de futuro e hizo alusión a Winston Churchill, conocido por su expertise en enfrentamientos bélicos, para subrayar la complejidad de la situación y la necesidad de soluciones más estratégicas y de largo plazo. Al abordar las dificultades de las negociaciones, Shlomo Ben Ami subrayó que «si no has derrotado y quieres salir del conflicto, no hay más remedio que hacer una justicia condicional o relativa. Eso es lo que israelíes y palestinos plantean en torno a los refugiados.»
En este sentido, el también historiador recordó al líder palestino Yasir Arafat, quien, a su juicio, “aunque tuvo oportunidades para encaminar el conflicto hacia su resolución, esperaba que hubiera otra ocasión, que ya llegarían mejores condiciones.» Sin embargo, “éstas no han llegado, dejando un panorama de acuerdos de paz imperfectos y mutuamente insatisfactorios”, apuntó.
El especialista sostuvo que una de las grandes dificultades a las que se enfrenta este conflicto, al igual que otros muchos otros en la esfera internacional, es que las negociaciones se han centrado en los intereses de las élites y no en los de los pueblos. Ben Ami destacó que «la mayoría de los pueblos árabes están en contra de Israel», y que «los gobiernos han agotado las bases de legitimidad popular», por lo que, en este contexto, el papel de la sociedad civil se torna fundamental para cualquier avance significativo hacia la paz.
El exjefe de la diplomacia israelí calificó el tema de los refugiados como uno de los más espinosos, afirmando que «700,000 personas fueron expulsadas por Israel», y que «la ONU define al refugiado en Palestina como una persona que vivió en Palestina un mínimo de dos años”, pero que “hay otra definición que implica a los descendientes.» Ben Ami, que identificó este punto como un elemento fundamental del conflicto, añadió al respecto que esta situación no es solo histórica, sino que también se perpetúa con la presencia de 300,000 refugiados en el Líbano, por lo que «el problema de los refugiados no es posible resolverlo, porque no hay un gobierno israelí dispuesto a recibirlos,» resaltó.
Por otra parte, el político dijo que la situación en Israel y Palestina se agrava aún más con los conflictos internos. «La estructura de las fuerzas armadas israelíes está cambiando,» dijo, y añadió que actualmente se enfrentan las sociedades civiles laicas y las colonias radicales. En su opinión, una guerra civil en Israel podría ser casi obligada para resolver estos temas, ya que no es suficiente la diplomacia que plantean los políticos.
«La situación no se presta a soluciones simplistas,» concluyó Shlomo Ben Ami, recordando que israelíes y palestinos llevan treinta años sin llegar a un acuerdo y que los palestinos, desde 2006, ni siquiera logran acuerdos entre ellos mismos.
En todo caso, el político señaló que la esperanza recae en que eventualmente se dé un cambio de gobierno en Israel, lo que podría abrir una ventana para llegar a un acuerdo que ponga fin a este conflicto largamente prolongado.