La profesora Montaña Cámara aboga por la innovación para lograr que el sector agroalimentario español sea sostenible

Fotografías: Aida Cordero

Para la catedrática de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Farmacia de la UCM, Montaña Cámara, los principales retos a los que se enfrenta la industria alimentaria a la hora abastecer de comestibles a la población de una forma sostenible, son, principalmente, lograr una producción suficiente y desarrollar un uso eficiente de los recursos naturales. El primero porque “desde principios del siglo XX hasta ahora se ha duplicado la población”, y, por otra parte, “la superficie que utilizamos para los cultivos es finita, no tenemos que comprometer el resto de las tierras para la alimentación porque hay que mantener la biodiversidad, cuidar los bosques y el agua”, apuntó la docente, que dirige el curso Innovación, productividad y sostenibilidad del sector agroalimentario español.

Además, la profesora Cámara abordó el problema de las altas temperaturas que se dan en la actualidad, que, este año, han ocasionado una reducción drástica del rendimiento de los cultivos, provocando un incremento de los precios de los comestibles. Cámara incidió en la necesidad de lograr que los alimentos sean seguros y nutritivos, y manifestó que la mejor vía para abordar todos estos retos radica en la innovación a todos los niveles con la mejora de las tecnologías. “Aquí estamos hablando de las nuevas técnicas de edición genética como una vía de mejora de los cultivos, en el sentido de protegerlos frente a las plagas y enfermedades, o la mejora de la calidad, pero esto supone una regulación”, explicó. Cámara apuntó en este sentido que durante este mes de julio “se están adoptando unos nuevos protocolos regulativos en la Unión Europea, que veremos cómo de fácil o de difícil va a ser su implementación”.

Y es que, a juicio de la especialista, la mejora genética de los alimentos es necesaria porque la producción alimentaria ha mejorado a lo largo del tiempo, desde que empezó la domesticación, seleccionado lo que resultaba más interesante para la población. En la actualidad, “Las herramientas son diferentes, las dicta el progreso y el conocimiento científico, ahora mismo tenemos unas herramientas que hace diez años no existían”, resaltó la profesora de la Facultad de Farmacia de la UCM, que además destacó el hecho de que ahora existan unas reglas protectoras para la industria y los consumidores: “desde el año 2020 tenemos la autoridad europea de seguridad alimentaria y hay un marco regulatorio a nivel europeo, completo, general para los alimentos y sectorial para distintas cuestiones”.

Productos cárnicos

Por otra parte la profesora Montaña Cámara se refirió al sector cárnico, que “está muy cuestionado por cuestiones de sostenibilidad”, aunque “está haciendo un esfuerzo muy importante en mejorar los distintos eslabones de la cadena, para ya no solo cumplir los requisitos normativos, sino mejorar esos procesos ofreciendo unos productos de calidad, pero minimizando los impactos negativos”.

Así, la investigadora abogó por reflexionar sobre este tema porque “nuestra alimentación, en España, está basada principalmente en los productos cárnicos”. Cámara apuntó en este sentido que se pueden dar opciones de sustitución, parcial o de reducción de consumo, de cambios de dieta, pero que se trata de una realidad que no afecta solo al consumo, sino que, además, “hay un sector productivo muy importante que vive de ello”.

En cuanto a los consumidores, la catedrática de Nutrición y Ciencia de los Alimentos incidió en dos aspectos clave, como los hábitos dietéticos o la selección de los comestibles que consumimos y el uso que hacemos de ellos, tanto conformando una dieta como evitando el desperdicio alimentario. “Para eso estudiamos cómo se mide la innovación, cómo se mide la percepción y cómo se miden las actitudes, porque muchas veces nos interesamos por cosas, pero luego no actuamos con consecuencia”, dijo. En esta misma línea, Cámara señaló que lo que quieren los especialistas en esta temática es fomentar la cultura alimentaria, que los consumidores sepamos más sobre los alimentos, que “seamos conscientes de que esas selecciones dietéticas tienen una repercusión en nuestra salud y que hagamos esas selecciones de manera informada”.

La profesora Cámara apuntó asimismo que está muy implicada en esa labor didáctica, en “sacar la investigación de las aulas y los laboratorios y hacerla entendible, porque en el fondo también es nuestra labor social como trabajadores públicos”. No obstante, la experta señaló que por un lado está la universidad y por otro están las empresas, aunque “ahora mismo son mundos que trabajan juntos, porque las empresas necesitan del conocimiento científico y hay que ir de la mano, tanto en los vegetales como en los animales, como en la industria, el sector productivo primario y el industrial, y los consumidores, que en el fondo somos todos”, subrayó.