por Jaime Fernández, (fotografía Francisco Rivas) •
Marina Villegas, directora general de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, ha confirmado que el campus de la Universidad Autónoma albergará, junto al Parque Científico de Madrid, el Centro Nacional de Neurotecnología. Esta institución, que será uno de los proyectos más emblemáticos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, se sumará a la escasa media decena de centros que hay en el mundo dedicados al desarrollo de tecnología basada en los fundamentos del cerebro humano. La noticia de la directora general de la Comunidad de Madrid se ha producido en la inauguración del curso de verano de la UCM “Neurotecnología en Madrid: Ciencia, clínica y emprendimiento”, donde uno de sus directores, Rafael Yuste, ha asegurado que la intención es “convertir este curso en una cita anual y un punto de encuentro para todas las personas interesadas en la neurotecnología en la comunidad autónoma”.
Rafael Yuste, director del curso junto a Álvaro Pascual-Leone y José Carmena, informa de que la neurotecnología se sustenta sobre cuatro pilares: la investigación para el conocimiento de la función del cerebro, la aplicación clínico-médica, una razón económica y la seguridad nacional. El curso que se ofrece en San Lorenzo de El Escorial se centra en los tres primeros de esos pilares, y le dedica un día de charlas a cada uno de ellos.
El objetivo de la neurotecnología, de acuerdo con Yuste, pero también con el director del clúster CITT Bio de Madrid, Javier Colás, y de su codirector José Manuel González, es utilizar métodos, dispositivos o técnicas para comprender la actividad del cerebro, para poder descifrarlo e incluso modularlo para cambiar la actividad cerebral.
Hoy en día, ya existen muchos dispositivos cotidianos para realizar estas tareas, como los encefalogramas, los implantes cloqueares o las técnicas de estimulación profunda que se usan, por ejemplo, con enfermos de Parkinson. De todos modos, como asegura Yuste, en las últimas dos décadas, se han incorporado nuevos métodos ópticos y acústicos, nanotecnológicos e incluso computacionales con IA generativa.
Gracias a esas, y a otras técnicas, se podrá descifrar cómo funciona el cerebro humano, lo que repercutirá en la clínica, “ya que hoy en día las enfermedades cerebrales tienen muy mal tratamiento, precisamente porque no se entiende bien la fisiología del cerebro”. Con esos avances se espera fomentar el emprendimiento, porque teniendo en cuenta que los últimos veinte años, los dispositivos móviles nos han cambiado la vida, “la nueva revolución serán los dispositivos neurotecnológicos, que permitirán conectar directamente a los usuarios con la red”.
De acuerdo con el director del curso, hay técnicas neurotecnológicas que requieren cirugía, pero también otras que se pueden llevar encima, como un casco, unos auriculares o incluso una pulsera.
Ha recordado Yuste que el comienzo de estos avances y del desarrollo de la neurotecnología se puede datar durante la presidencia de Barack Obama en 2013, cuando se lanzó el programa BRAIN en Estados Unidos, dotado con cientos de millones de dólares anuales, y que luego ha dado lugar, desde 2017, a una red internacional de centros que buscan descifrar el cerebro al igual que se hizo con el proyecto Genoma Humano.
Y ahí Madrid jugará importante en nuestro país, con ese Centro Nacional de Neurotecnología, que se espera que reciba 200 millones de euros hasta 2037, de los cuales el Gobierno de España aportará el 60% y el 40% restante entre la UAM y la Comunidad de Madrid.