La autora, actriz y productora de teatro Valle Hidalgo se ha propuesto reivindicar la vida y obra de Isabella Andreini, una de las primeras mujeres dedicadas a las artes escénicas tras siglos de exclusividad masculina en el universo clásico. “Es a partir del Renacimiento cuando empiezan a surgir compañías de teatro en las que aparecen las primeras mujeres, que hacen personajes de mujeres y también de hombres”, subraya la dramaturga. “Isabella no solo actúa, también escribe, y por eso nos ha llegado, porque sus obras se editaron en su tiempo y también después”, comenta Hidalgo, que durante esa semana dirige el Taller de Teatro Teórico-Práctico: “Mirtilla”, de Isabella Andreini (1562-1604)”, cuya obra va a representarse el 27 de julio en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, a cargo del grupo de teatro universitario UCM, Dulcineandante.
La autora señala que la figura de Andreini se está revalorizando por la tendencia actual de rescatar a las mujeres que han sido importantes en la historia, y por paliar en la medida de lo posible esa desatención a los logros femeninos que se han ido quedando en el desconocimiento del público. Además, Hidalgo señala que el taller se centra en la obra de teatro pastoral de Isabella Andreini, Mirtilla, “que es la primera que nos ha llegado impresa en el siglo XVI firmada por una mujer seglar”.
La dramaturga especifica la palabra “seglar”, porque es posible que algunas otras mujeres hayan publicado obras, pero con seudónimo masculino, y porque también hubo mujeres religiosas que publicaron algunos textos teatrales. No obstante, Hidalgo recalca que “no es lo mismo estar en un convento, dedicada a leer y a escribir que ser una mujer seglar, como Isabella, que estaba casada con un miembro de la compañía, Francesco Andreini y tuvo siete hijos”, con todo lo que eso conlleva. “De hecho, Isabella Andreini muere a los 42 años por complicaciones en el parto de su octavo hijo, cuando volvía a Italia de una gira por Francia en la que actuó ante el rey” del país galo, dice la también actriz, quien además destaca que “para mí esto es importante porque ahora estamos tomando conciencia sobre la problemática de la conciliación de la vida familiar con la profesional”.
En cuanto al texto objeto de estudio en el taller, Mirtilla, Valle Hidalgo destaca que se trata de una obra de teatro que se enmarca “dentro del género pastoral o fábula de los bosques”, que gustaba mucho en el siglo XVI. Además de ser una obra firmada por una mujer, la autora teatral señala que el personaje femenino es quien mueve la acción y es rechazada por el hombre en tono de comedia, lo que también “es una novedad”, porque en aquella época, “si a una mujer la rechazaba un hombre era todo un dramón”.
Según Hidalgo, Mirtilla tiene escenas mucho más ágiles que las de otras obras de teatro pastoral, y que esto viene influenciado por la comedia del arte en la que trabajaba como actriz, aunque con novedades singulares respecto al género. “lo que hemos hecho nosotros –señala Hidalgo- y lo que vamos a hacer en el Coliseo Carlos III, va a ser una adaptación. La obra original duraría unas tres horas, y la hemos reducido a una versión de una hora”.
Mirtilla va a ser representada por un grupo de teatro universitario, Dulcineandante, ha sido traducida al español por primera vez por la propia directora del taller, y también va a suponer el estreno del texto conservando la métrica del verso. “He tomado las escenas que me han parecido más importantes, que diferencian más la obra de otras de este momento”, apunta Valle Hidalgo.
La directora indica que el taller tiene un contenido muy práctico, aunque “por supuesto hablaremos de la figura de Isabella, de su importancia histórica, del contexto, de la pastoral, del teatro culto y el teatro popular, y yo, lo que quiero también es que los alumnos se impliquen y participen mucho”, sentencia.