Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel TRIBUNA COMPLUTENSE
El comisionado especial del Gobierno para la reconstrucción de la isla de La Palma, Héctor Izquierdo, ha presentado las líneas maestras del plan que se quiere implementar para reflotar la economía de la isla. Lo ha hecho en la inauguración de las jornadas “La erupción de La Palma: la ciencia y la tecnología en la gestión de la emergencia”, que dirige el catedrático complutense Eumenio Ancoechea, dentro de la programación de los Cursos de Verano de la UCM en San Lorenzo de El Escorial. Los dos grandes objetivos del plan, según anunció Izquierdo, son lograr que la isla se nutra al 100% de energías renovables y que alrededor del 10% de su PIB esté relacionado con la ciencia.
Héctor Izquierdo, hasta el pasado mes de junio secretario de Estado de Hacienda, es el responsable de este Comisionado creado por el Gobierno –depende del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática- para dinamizar la reconstrucción de la Isla de la Palma. Según señaló, su prioridad a día de hoy es mantener vivo el interés por la isla. “Que no se nos olvide. Que sigue existiendo una erupción, aunque esté en otra situación, y que la problemática sigue estando ahí”, señaló el comisionado, quien es natural de la propia isla.
El comisionado considera que La Palma tiene ante sí un “reto bonito”, como es su reconstrucción, y que pese a que no va a ser sencillo, es una gran oportunidad para la propia isla y los palmeros. El plan para la reconstrucción consta, según explicó Izquierdo, se estructura en tres fases. La primera es la de “ayuda”. Se trata de dar viviendas a quienes la perdieron, subsidios a quienes vivían de la agricultura o poner en marcha planes de empleo. La segunda fase, denominada “puente”, Izquierdo la compara con el Plan Marshall. Hay que movilizar inversiones en determinados sectores para a través de ellos movilizar la economía de la isla. La última fase será la “productiva”. El comisionado estima que se iniciará dentro de 4 o 5 años. La idea es que la economía de la isla sea lo más sostenible posible y la calidad su seña de identidad. Las áreas foco serán la agricultura, el turismo –“posiblemente habrá que buscar un turismo más selectivo que el actual”- y la ciencia.
El plan es aprovechar la riqueza natural de la isla –reserva de la biosfera- y “el viento de cola” de la erupción. Así, por ejemplo, La Palma puede ser referencia mundial para los estudios de vulcanología, contar con un instituto o centro de investigación de primera fila, e incluso poner en marcha estudios de posgrado y grado sobre esta ciencia. Al igual que Canarias ya es referente en el “estudio del cielo”, a través del Observatorio Astrofísico de Roque de los Muchachos en la isla de Tenerife, el comisionado Izquierdo también piensa que lo puede ser en el “estudio de la tierra”, a través de la instalación en La Palma de un observatorio vulcanológico que comparta protagonismo con el existente en Hawaii. La atracción de investigadores, docentes, estudiantes, incluso de un tipo de turismo científico, geoturismo, impulsará la economía de la isla. Los cálculos sitúan entre el 6 y el 10 el porcentaje del PIB de La Palma que esté relacionado con la ciencia.
Por último, el plan quiere aprovechar el momento para lograr que la isla utilice solo energías renovables. La gran baza es la geotermia. El modelo a seguir es el de la portuguesa isla de San Miguel. Se pretende que, como en ella, el consumo energético de la isla tenga su ciclo base en la geotermia y apoyarse en los picos de demanda en otras renovables, en especial eólica, solar e hidráulica, que también abundan en La Palma. “Estamos ante un reto bonito”, concluyó el comisionado antes de dar paso al resto de participantes del curso -“los auténticos héroes”, los denominó-, que como explicó su director, Eumenio Ancoechea, durante dos días y medio van a repasar cómo se gestionaron las emergencias durante la erupción, cuál fue el papel de la ciencia, lo mucho qué se hizo bien y lo que de cara al futuro se puede mejorar. Para ello, las jornadas cuentan con ponentes como el director del PEVOLCA (Plan Especial de Riesgo Volcánico de Canarias), Miguel Ángel Morcuende, y representantes del Instituto Geográfico Nacional, del Instituto Volcanológico de Canarias, del Instituto Geológico y Minero de España o de la Unidad Militar de Emergencias.