Cambio de paradigma en la industria de la comunicación académica: de pagar por leer a pagar por publicar

Texto: Maya Taylor

Fotografía: Aida Cordero

 

Arianna Becerril-García, directora ejecutiva de Redalyc, ha explicado que el concepto de “Acceso abierto”, es “un movimiento que surgió, o más bien se formalizó hace 20 años, y que surge por la necesidad de eliminar la barrera de pagar por leer”. la ejecutiva, que ha participado en el curso Desarrollo, cooperación avanzada y universidad en Iberoamérica, dirigido por el secretario general de la Fundación Carolina, Hugo Camacho, también ha hecho referencia al sector académico y en la necesidad de terminar con las propuestas de pagar por acceder al conocimiento científico. 

En este sentido, Becerril García ha dicho que si hay una barrera de pago, un muro de pago, para acceder al conocimiento científico, se restringe el desarrollo y también la aplicabilidad del conocimiento y de la ciencia”. Asimismo, la directora ejecutiva ha indicado que el modelo de acceso abierto, aunque se formalizase hace 20 años, “en realidad ha sido la forma natural de operar en la región de América Latina”. 

La también académica ha querido dejar clara la diferencia que en este sentido ha existido entre la región latinoamericana y lo que, con reticencia, ha denominado “norte global”. “en América Latina no estamos acostumbrados a tener que pagar por leer un artículo científico” pero, ha explicado, “hay un sector de conocimiento científico que ha generado diferentes modalidades de compartir el conocimiento con diferencias entre el norte global y Latinoamérica”. Según Becerril-García, en Europa y en Estados Unidos, aunque sí hay revistas vinculadas a las universidades, “una vez pasada la Primera y Segunda Guerra Mundial, la industria de las universidades se perdió, y el sector de la comunicación científica fue retomado por el sector privado”. 

Con esto, la académica ha expuesto que “ha habido desarrollo, por supuesto, pero también conlleva exclusión, sobre todo de quienes no tienen para pagar”, y además este modelo ha ido evolucionando porque “hace 20 años, esa exclusión se daba sobre quienes no podían pagar las suscripciones, ahora el modelo que emana desde el norte global para volver a hacer que la ciencia sea accesible a todo el mundo, es un modelo de acceso abierto comercial, y los costes se están trasladando de pagar por leer a pagar por publicar”.

Becerril-García ha aprovechado para criticar este sistema porque “el modelo abierto comercial sigue siendo, precisamente, comercial, si no se paga por leer alguien tiene que pagar y  las editoriales, para poder seguir sosteniendo su negocio, lo que hacen es cobrar a los autores”, y eso, ha expuesto, también excluye conocimiento y dificulta el desarrollo.