por Lourdes Alvarez •
“Se habla mucho de lo bueno y perfecto de la IA, pero de lo malo es sobre lo que hay que poner el foco”, dijo Henar Álvarez Cuesta, catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de León. La profesora que habló sobre e impacto de la inteligencia artificial en el trabajo durante su intervención en el curso «Transición digital e inteligencia artificial en el mundo del trabajo», dirigido por Paloma López Bermejo, ha centrado su investigación en los procedimientos que conducen a la pérdida de empleo y en las posibles vías para mitigar estos efectos.
David Jabato Valenciano, Secretario de Formación Sindical CCOO de Madrid, introdujo la presentación mencionando las múltiples publicaciones que Álvarez ha realizado a lo largo de sus 22 años de carrera, las cuales están centradas en temas como la precariedad laboral, la gobernanza tecnológica en el ámbito laboral y las implicaciones de la lucha contra el cambio climático en el trabajo.
Henar Álvarez Cuesta señaló que la inteligencia artificial (IA) ha transformado de manera significativa el panorama laboral, afectando tanto a la extinción de contratos como a la modificación de funciones y tareas. “Creo que no sabemos el impacto exacto de la IA en el empleo, pero lo que sí sabemos es que está cambiando el procedimiento para acabar con ciertos empleos y redefinir otros”, explicó Álvarez.
Algunos de los temas más relevantes abordados fueron la invisibilización y precarización que trae consigo la digitalización y la IA. Álvarez Cuesta mencionó que estas tecnologías, si bien pueden aumentar la eficiencia, también pueden llevar a la creación de trabajos menos visibles y más precarios. “La tecnología es capaz de invisibilizar a las personas trabajadoras y borrarlas, haciendo que se conviertan en falsas autónomas y afectando su capacidad de conectarse y colectivizarse”, afirmó la ponente.
Álvarez Cuesta mostró también su preocupación por el control absoluto que las empresas pueden ejercer sobre sus empleados a través de la IA, y señaló que “las personas trabajadoras son transparentes para las empresas gracias a la tecnología. Saben lo que están haciendo en cada momento, y esto puede llevar a un control excesivo que impacta negativamente en la privacidad y la autonomía del trabajador”, advirtió la catedrática.
Álvarez Cuesta también habló sobre los desafíos legales que plantea la integración de la IA en el ámbito laboral, especialmente en términos de despidos tecnológicos y adaptación a nuevas tecnologías. “La falta de adaptación tecnológica puede ser una causa de despido objetivo, lo cual plantea la necesidad de reflexionar sobre la eficacia del artículo 52 –del Estatuto de los Trabajadores- que regula esta situación y cómo podría fortalecerse para garantizar la conservación de los puestos de trabajo”, añadió la investigadora.
La investigadora resaltó que la IA ya está presente en numerosos sectores productivos y tiene aplicaciones laborales que incluyen la selección y promoción de empleados. “La inteligencia artificial impacta de forma transversal en todos los sectores productivos, y su capacidad de adaptarse y aprender la convierte en una herramienta poderosa pero también en un desafío significativo para la gestión de recursos humanos”, concluyó Álvarez.