Para el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no es extraño que algunas personas hayan definido el nuevo orden económico como “desorden mundial”. El empresario, que participó en el curso Tendencias geopolíticas (V) ¿Existe un sur global?, comandado por el director del Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa, Jose Maria Pardo de Santayana, señaló que “se ha pasado de un orden liberal y unipolar a uno marcado por las tensiones geoestratégicas y la rivalidad económica y tecnológica a lo largo y ancho de nuestro planeta”, y que entre esas tensiones “destaca la que se está viviendo entre Estados Unidos y China”.
Incidiendo en la transformación que está experimentando el orden mundial, Garamendi apuntó que, en las últimas décadas, este orden se ha basado en el “multinacionalismo” y en las reglas compartidas, aunque recientemente, “lo que estamos viendo es un cambio hacia un escenario más unilateral donde los estados utilizan su poder económico y tecnológico, incluso también el militar con antelación a lo que podían hacer antes”, dijo.
Asimismo, el presidente de los grandes empresarios españoles apuntó que China ha emergido como la segunda potencia económica, tecnológica y militar, sin que haya adoptado el modelo económico y político occidental. Y para argumentar su postura acudió a unas palabras del que fuera ministro de Asuntos Exteriores con los gobiernos de Felipe González y secretario general de la OTAN, Javier Solala, quien llegó a asegurar que “en el mundo solo existe el capitalismo, pero hay un capitalismo democrático y otro no democrático y, sin embargo, el mundo es global y competimos en ese espacio”.
En este sentido, Garamendi señaló que China no está en ningún caso alineado con los principios democráticos, lo que a su juicio introduce un elemento de incertidumbre y muchas veces de una ventaja competitiva, porque “la gente, en muchos espacios, lo que ve es el precio” a la hora de comprar un producto u otro.
Por otra parte, Garamendi apuntó que la pandemia originada por la COVID-19 nos ha mostrado la dependencia global en ciertas cadenas de suministro, como las manufactureras, que sufrieron por las restricciones de la producción en China, uno de los mayores productores de bienes primarios intermedios.
El presidente de la CEOE señaló también que la invasión de Rusia a Ucrania “ha puesto en jaque la seguridad europea y ha provocado una crisis energética global, que ha afectado principalmente a los estados europeos”, como por ejemplo el impacto económico sobre Alemania con las restricciones de suministros de carburantes desde Rusia.
En todo caso, Garamendi se mostró optimista respecto al futuro al menos a corto y medio plazo, ya que “la sensación que podemos destacar es la aparente resistencia de la economía mundial. EEUU sigue aportando importantes niveles de crecimiento, incluso en momentos en los que la pugna con China no ha hecho más que intensificarse y, aquí, en Europa, Alemania parece haber resistido tras la pérdida del suministro de gas ruso.
Igualmente, el empresario aludió a La guerra en Oriente Medio como otro de los factores posibles de desestabilización de la economía, aunque “parece que no ha provocado un cataclismo en el suministro de petróleo, que era algo que también nos preocupaba”, dijo.
En esta misma línea, aunque ya en términos locales, Garamendi señaló que hay que destacar la aparente recuperación del comercio tras la pandemia, poniendo como ejemplo la remontada del turismo. “Según datos de INE –apuntó- la entrada de turistas continúa creciendo a ritmos muy notables, ya que en los cuatro primeros meses de 2024 el número de turistas aumentó un 14,5% y rozó los 24 millones”, subrayó.